miércoles, 22 de octubre de 2014

Amor y deshumor



En el huerto de tu alma puse mi amor a crecer,
cultive con mucho mimo como experto jardinero
y lo regué cada mañana para verlo florecer
  y hasta le hablé con cariño del futuro venidero
  a sabiendas que hablaba a solas y enfrente de aquel espejo

Incluso vi brotes verdes, cual necio Ministro de Hacienda,
pero resultaron ser alucinógenos que tenias por la trastienda.
Y me embriagué de tu amor pensando que aquello era todo mío
pero me di pronto de bruces contra el tronco del olivo.
¿Quién a puesto un olivo aquí, si yo solo sembré unas flores.?
¿Quién abonó con estiércol, que desprende estos olores.?
 
Y han salido unas ortigas donde puse unos geranios
  y unas rosas con espinas... y capullos unos cuantos.
Y las bellas azucenas de aquel triste macetero...¡no nacieron!
  y sin embargo me han salido multitud de cardos borriqueros.

Y me saliste mujeriego, y me has salido retorcido,
yo regando tu jardín y tú mojando en otro sitio,
así que márchate pronto que a mi ya se me hace tarde.
¡Ah, llévate tus calzoncillos que te los lave tu señora madre.!

Yo tardaré en olvidarte lo mismo que tardó Sabina,
pues ahora mismo me pongo de la misma medicina,
pero me tomo doble dosis para tardar la mitad de tiempo,
Así los diecinueve días se pasan en un momento.
Y las noches ya veremos y pensaremos algo,
si me traigo a casa la cena o si mejor a buscarla salgo.


Autor.- José L. Pérez Ballesteros.

2 comentarios:

  1. Gracias Jose L. Lo entendiste perfectamente y lo has clavado. Me reconforta leerla y me reafirma y la decisión que tomé.
    Besos
    M.D.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ;-) Lo se y me alegro. Ese era el propósito.
      Beso también para ti.

      Eliminar